Una de los viajes que más hago dentro de Japón, por razones familiares, es entre Tokio y Hokkaido. Durante más de dos décadas, he ido a Hokkaido en tren o en Avión más veces de las que puedo contar. Sin embargo, nunca había ido en barco, y esa es una experiencia que he tenido este año, viajando desde Nagoya hasta Komakomai, con una parada de tres horas en el puerto de Sendai. Es la ruta comercial en barco más larga que se puede hacer en Japón.
La razón por la que estaba en Nagoya es la visita a mi antigua familia de acogida cuando estudié japonés en el año 2003, y con los que continúo manteniendo muy buena relación de manera continuada desde entonces. Son, por decirlo de alguna manera, mi segunda familia en Japón, y aprovechando que ésta es la ciudad desde la que parten los barcos de Taiheiyo Ferry para Hokkaido, pensé que sería buena idea probar a viajar así a la isla más al Norte de Japón. Tras hacer el viaje, puedo decir que fue muy buena idea, y eso es lo que intento transmitir en el vídeo que grabé reportando el mismo.
Bajo el vídeo, indicaré unas cuantas cosas que no cuento en el vídeo pero que formaron parte de la experiencia de este viaje.
Una de las cosas que me llamaron la atención, es que todas las sillas, mesas etc están atadas con una cadena al suelo. Es obvio, pensé, porque esto es un barco, pero según me han contado familiares que lo han utilizado en el pasado, incluso con el mar revuelto, los viajes no se cancelan. Esto quiere decir que si no es una situación realmente peligrosa, los barcos salen del puerto y los pasajeros tienen que aceptar lo que eso supone durante muchas horas, concretamente 40 horas de viaje. Es por esta razón que en el cuarto de baño principal hay un lavabo enorme dedicado exclusivamente a los pasajeros que deseen tener un lugar en el que vomitar con decencia. En mi caso, el viaje fue extremadamente tranquilo. De hecho, sólo cuando estaba tumbado notaba un poco el vaivén del barco, pero de pie, caminando etc era más o menos como caminar por cualquier hotel en cualquier ciudad. De hecho, era tumbado cuando podía sentir el tembleque de los dos enormes motores diesel que proporcionan más de 20.000 caballos a este edificio flotante de siete plantas, que pesa, sin pasajeros ni vehículos, más de 15.000 toneladas.
Ese tembleque no molestaba para dormir en absoluto, incluso creo que ayudaba, pero me hizo gracia averiguar que estos motores tienen sistemas para reducir la transmisión de esos temblores durante su funcionamiento a los pasajeros. Menos mal, pensé en ese momento, no me puedo imaginar cómo sería sin eso, pero de esto se trata, ¿no? de viajar de manera diferente.
El restaurante de abordo, el Santorini, ofrece todo lo que puedas comer y beber (refrescos y café o té verde incluidos) por 1100 yen para el almuerzo y 2000 yen para la cena. Probé un almuerzo y estuvo bastante bien, pero no hacen suficiente comida para todas las horas que está abierto el restaurante, así que si lo vas a pagar, te recomiendo que vayas pronto o habrá ya muchos platos que están agotados y no los reponen. Hay un pequeño cine a bordo, en mi caso ponían una película de One Piece y una comedia de Hollywood pero en mi caso preferí tumbarme en mi cama a ver lo que tenía guardado en el portátil, algo que también recomiendo; carga de contenido tu tablet o portátil antes de subir a bordo porque a veces el móvil conecta con las antenas de telefonía móvil en tierra, pero a menudo te puedes pasar varias horas sin conexión y en cualquier caso la conexión es tan lenta que no permite ver servicios de streaming en tiempo real. Existe la posibilidad de utilizar una conexión a bordo, pero es lenta, cara (unos 1000 yen cada día) y le ponen tan pocas ganas que es difícil encontrar la información para contratarla. Simplemente no merece la pena.
Las vistas desde la cubierta, son magníficas y se puede disfrutar mucho el viaje si tienes la suerte de que no llueva y haga buen tiempo, pero ten en cuenta que siempre hará muchísimo viento y especialmente en la parte de atrás, cerca de la torre de salida de humos de los motores, hace mucho ruido por las entradas de aire que hay a los lados. En el vídeo he bajado el volumen de lo grabado bastante para evitar que sea demasiado molesto pero no es un lugar en el que sea cómodo pasar mucho tiempo. Se nota en el vídeo porque tampoco había mucha gente, la mayor parte de los pasajeros prefieren quedarse dentro.
En cuanto al staff del barco, como siempre en Japón súper atentos y amables con cualquier cosa que haya preguntado. Me contaron que ese día era especialmente importante porque había récord de pasajeros, más de 500 (de los casi 800 que puede llevar el Ishikari) y muchos camiones, coches etc. en el tramo de Sendai a Tomakomai. La razón es que viajé a finales del mes de julio, y son unos días especialmente ocupados porque hay más viajes de lo habitual, aunque me imagino que se durante el Obon cuanto más se llenarán estos barcos. En mi caso, también había varios camiones de las Fuerzas de Autodefensa japonesas, con al menos diez soldados vestidos como tal. Me contaron que muchos camioneros utilizan este ferry, y esta es la principal fuente de rentabilidad, entre Hokkaido y la zona central de Japón o Kansai porque es más barato (menos combustible consumido), cómodo y rápido ir en barco hasta Nagoya que ir conduciendo desde el Norte de Honshu o Sendai, y además de eso para salir de Hokkaido hace falta un ferry en cualquier caso. El túnel de Seikan que conecta Hokkaido y Honshu es sólo para trenes. Esta es la razón por la que esta ruta que hace Taiheiyo Ferry entre Nagoya y Hokkaido es siempre rentable… en realidad se trata de una ruta para transporte de mercancías en camiones, que también tiene un lado turístico o de ocio.
Otra cosa que me gustó mucho del viaje es ver cómo se opera el barco en sí. Cómo se espera al desamarraje, cómo se recogen las puertas de acceso de vehículos por delante o en un lado, cómo recogen las cuerdas de los amarres, cómo lanzan la cuerda al llegar para que la amarren y luego la tensan, cómo los barcos de ayuda tiran del buque para sacarlo de su lugar en el puerto de Sendai, cómo sacan las aletas estabilizadoras a los lados del barco para conseguir más estabilidad cuando se alcanza cierta velocidad… todo súper suave y rápido a pesar de lo enormes y pesadas que son todas estas cuerdas o puertas. Es algo que he intentado retratar en el vídeo y que disfruté mucho viendo en persona.
En definitiva, una muy buena experiencia que volvería a repetir si tengo la oportunidad, y que me parece realmente asequible. Si bien se tardan dos noches y un día, 40 horas en total, no es lo más rápido pero por 18.000 yen el viaje sale realmente barato teniendo en cuenta que dos noches de alojamiento están incluidas en el precio. Un truco: Para comprar los billetes, se hace una reserva antes desde la web de Taiheiyo Ferry, pero se puede hacer también por teléfono. Si puedes evitarlo, no uses el teléfono. Usa la reserva online. Conseguirás un precio 1000 yen más barato que si utilizas el teléfono.
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