No estoy acostumbrado a la nieve. Tampoco al frío… de hecho, mucho menos al frío. De siempre, me ha costado soportar el frío mucho más que el calor, pero en estos días en los que tengo que lidiar con una noche detrás de otra a -15º bajo cero en Hokkaido, no me queda otro remedio que tener paciencia. Al menos, me da para levantarme por la mañana con medio metro de nieve en la ciudad, y grabar vídeos como éste, un relajante paseo de 25 minutos por la nieve, en donde me meto de lleno en lugares por los que no ha pasado nadie, con la nieve hasta las rodillas. Es toda una experiencia, sin duda.