Después de varios miles de kilómetros conducidos en Japón y doce años desde mi primera experiencia, creo que tengo una idea bastante clara de cómo ha sido mi proceso de adaptación como conductor que aprendió a conducir en España, y me gustaría compartirlo aquí, junto con algunos consejos que quizás te podrían ser útiles si tienes pensado conducir aquí. Aunque muchos se sorprenden cuando escuchan esto, cuando conseguí mi permiso de conducir en Japón no tuve que hacer ninguna prueba ni examen. Me lo dieron sin más. Literalmente, la diferencia entre señales (por ejemplo los STOP aquí son triangulares y no hexagonales) y demás detalles, los aprendí sobre la marcha, nunca mejor dicho. Existe una convalidación de permisos entre la Unión Europea y Japón, y cuando resides aquí basta con esa tarjeta de residente y una traducción de tu permiso de conducir (que cuando lo hice era una simple fotocopia que hay que pagar por separado, sin más). Te hacen una prueba de agudeza visual, te hacen una foto, esperas media hora y te dan la tarjeta de tu nuevo permiso de conducir japonés.
A mí también me sorprendió esta facilidad, sobre todo teniendo en cuenta que en Japón se conduce por la izquierda (aunque, curiosamente, no ha sido así siempre). Cuando he tenido que renovar el carnet, después de tantos años sin que me quiten puntos (de ahí que la franja sea dorada en el carnet, en lugar de azul, algo que indica ser buen conductor en Japón), sí que te llevan a una clase de una hora y pico de duración, en donde te recuerdan normas de circulación y también te muestran accidentes de coches para concienciarte de tener cuidado. Todo se hace obviamente en japonés, aunque nadie hace preguntas ni nada, estamos todos ahí para pasar el trámite lo antes posible. Es paradójico que te dan el carnet sin más al principio, cuando más necesitas saber acerca de las diferencias en señales de tráfico en Japón o conducir por el lado contrario a lo que estás acostumbrado, y cuando ya tienes varios años de experiencia y tienes que renovarlo, te den clases.
No renueves tu permiso tarde, o la renovación tendrá una entrevista con la policía
El primer consejo que te puedo dar, es que no se te pase, nunca, la fecha de renovación de tu permiso de conducir, porque tiene consecuencias que no esperas. En mi caso, en mi segunda renovación tuve que ir tres días después de la fecha porque hice un viaje fuera de Japón justo antes. Cuando hice la renovación, me separaron del resto de conductores y me llevaron a una pequeña comisaría de policía que hay en el centro de renovación. Me pusieron en una mesa con una chica policía muy simpática, que me preguntó por qué había renovado el permiso de conducir tarde. Le dije que había estado en el extranjero, y no había podido. Ella me corrigió, y me dijo que sí habría podido, pero que tenía que haberlo hecho antes de salir de Japón, siendo previsor, y que ser previsor es muy importante en un conductor. Me dejó un poco con la boca abierta, y le dije que efectivamente tenía razón, pidiendo disculpas antes de terminar la conversación. Fue sólo eso, una conversación de unos minutos, pero es un trámite más por el que hay que pasar si no renuevas el permiso de conducir a tiempo.
Puedes renovarlo hasta un mes antes de la fecha de cumpleaños del año en el que caduca el permiso.
Coches automáticos: Cuestión de costumbre
En Japón, y en general en casi todo Asia, los coches automáticos predominan por encima de los manuales. Para mi, acostumbrarme a no tener que cambiar de marcha fue una de las cosas más difíciles de mi adaptación. Cada vez que paro delante de un semáforo, algo dentro de mi me pide mover mi mano para poner la palanca de cambios en punto muerto, o el pie izquierdo busca pisar un pedal que no existe (o, peor aún, que es el freno de mano, que en muchos Toyotas es en realidad un pedal a la izquierda del pedal del freno).
Después de conducir coches automáticos en Japón, en España conduzco un híbrido y tampoco tiene marchas, sino una única marcha variable. Ya no me cuesta nada conducir con automáticos en ninguno de los dos países. De hecho, cuando llevo el coche manual de mi padre, sigo pudiendo conducir con marchas como si nunca hubiera cambiado nada. Puedo cambiar el chip de un sistema a otro súper rápido y fácil, sin problemas.
Parabrisas: Mi mujer se parte de risa
Si alguna vez en Japón ves un coche que en lugar de usar el intermitente en un cruce pone el parabrisas aunque no esté lloviendo, es porque un extranjero va al volante – no me lo esperaba, pero esto es lo que más me ha costado en mi adaptación, y aún hoy en día, cometo el error, aunque no es algo grave. ¿Por qué? – bueno, la razón es sencilla. Los mandos para las luces y el parabrisas, están invertidos cuando el volante está en la derecha del vehículo. Los pedales de freno y acelerador no cambian, pero la palanca del parabrisas, sí. Es la palanca de la mano derecha… la que está al lado de la ventana. En España, la derecha acciono el parabrisas cuando llueve, no los intermitentes. Con la izquierda, los intermitentes. En Japón es justo al revés.
Nunca pensé que esto sería lo más difícil de conducir en Japón. Mi mujer cuando llegamos a un cruce siempre espera con mucha impaciencia a que el semáforo se ponga verde (o azul, como dicen en japonés) para ver si pongo el parabrisas en lugar del intermitente. Si no estoy muy concentrado, siempre me equivoco, y ella se parte de risa. Por más años que pasan, esto no cambia.
Conducir por la izquierda: Ojo a la hora de ceder el paso
Yo pensaba que conducir por la izquierda iba a ser lo más difícil. Sin embargo, no estaba en lo cierto porque me costó más acostumbrarme al cambio de marchas, como he explicado antes, o el cambio de lado de los parabrisas. Conducir por la izquierda no es tan difícil como me esperaba. Aunque al principio tenía la sensación de estar continuamente adelantando a alguien, es extraño que conduzcas sin compañía de nadie delante, y sólo tienes que seguir el tráfico que tienes en frente hasta que te acostumbres. Es sorprendentemente rápido.
La única parte un poco más difícil está en los cruces. En Japón no hay glorietas, creo que sólo una o dos en Nagoya o cerca de esa ciudad, si no recuerdo mal, me lo contó un amigo japonés. Pero en general, lo que hay en Japón son cruces con semáforos. Al girar a un lado, por ejemplo a la izquierda, es extraño porque tu propio vehículo pasa debajo de un semáforo en rojo, aunque ese semáforo no es para ti, sino para los que vienen por la derecha, que están esperando al otro lado del cruce. Esto es confuso al principio, pero como con todo, te acostumbras cuanto más lo haces, hasta que dejas de pensarlo. De nuevo, sigue el tráfico que haya alrededor… y si no hay nadie, como pasa habitualmente en Hokkaido por ejemplo, no pasa nada. Tómate tu tiempo para pensar dónde ir. Total, no estás molestando a nadie.
Lo más importante a la hora de conducir por la izquierda es cuando tienes que ceder el paso a los que vienen de frente, y que quedan a tu izquierda cuando quieres girar a la derecha. Alguna vez al principio, no he cedido el paso en Tokio (y reconozco mi pifia), acostumbrado a cederlo por mi derecha en lugar de mi izquierda. Esto es quizás lo único realmente peligroso de conducir por la izquierda. De nuevo, me sorprende que esto no se enseñe en una clase antes de que a un europeo le den le carnet de conducir sin más.
Semáforos en lugares inesperados para un europeo
Otra de las cosas que llaman la atención, y que es igual en EEUU, es que los semáforos en general (no siempre), no están en tu propia esquina cuando llegas a un cruce. Están en la esquina de enfrente. Mi mujer me dice que si están en tu esquina no los puedes ver con el techo del coche, y es verdad. Pero por esa razón en Europa ponemos luces de los semáforos también en el mástil de los mismos. Eso me parece mejor que girar a derecha o izquierda en los cruces y pasar por debajo de un semáforo en rojo que no es para uno mismo. Pero así es como hacen los cruces aquí.
A veces he visto semáforos tanto en el cruce de enfrente como en mi propia esquina. No es siempre lejos de uno, pero sí es lo más habitual. A la hora de parar en un cruce, mucho ojo a la línea del límite de parada… porque a veces está varios metros por delante del cruce, y es importante que la respetes porque en muchos cruces los camiones o autobuses no pueden girar si hay un coche más allá de esa línea. Pasar esa línea aunque no estés en un cruce es equivalente a cruzar en rojo y la multa y pérdida de puntos, si te ve un policía, están garantizadas al 100%. No hay escapatoria, ni siquiera fingiendo que no hablas japonés… y no, no fui yo, en esa ocasión iba de copiloto (en un Audi R8 nada menos) pero mas de una vez se me ha pasado por la cabeza hacer de guiri que no habla japonés para evitar una multa. No funciona. Lo mejor es pedir disculpas humildemente, y reconocer que no lo has hecho bien. Esto, curiosamente, funciona mejor tanto en España como en Japón con muchos policías que son mucho más comprensibles cuando simplemente vas de frente y no intentas jugársela.
Ojo con las inclemencias
Japón es un país muy castigado por la naturaleza. Está lleno de bosques preciosos, es un país muy verde y montañoso, pero también hay zonas especialmente del norte de Honshu o Hokkaido en donde nieva mucho. He tenido que aprender a conducir con nieve, o con carreteras heladas como la que ves aquí.
No se suelen utilizar cadenas, sino neumáticos para la nieve y tener mucho cuidado, evitando acelerones o frenadas bruscas, y girando despacito con mucha antelación. Esto puede parecer una obviedad, pero no lo es tanto si tienes en cuenta que yo en España nunca le cambio los neumáticos a mi coche hasta que se han gastado, aunque sí llevo cadenas en el maletero por si me encuentro con dificultades inesperadas en algún puerto de montaña.