Este vídeo de una máquina de café que muestra en una pantalla cómo se está haciendo ese café que se ha pedido, está dando la vuelta al mundo desde hace unos días. Eso me ha recordado que no había hablado de las pequeñas maravillas que son las máquinas expendedoras japonesas, que en realidad son ordenadores callejeros conectados a Internet, que además, resulta que venden cosas Lo del café es divertido e interesante, sobre todo por las pegatinas que le han puesto a los diferentes depósitos y componentes de la máquina cuando grabaron ese vídeo, pero la verdad es que lo que se muestra es sólo un vídeo, y es siempre el mismo en función de la bebida que se pide. No es una cámara que muestre como se hace tu café sino un vídeo que muestra cómo se ha hecho un café, en una máquina como esa, antes.
No deja de ser interesante, aunque obviamente tampoco es lo que parece. Es curioso ver la enorme variedad de máquinas expendedoras que hay en Japón, uno nunca termina de conocerlas todas.
Las he visto incluso con detectores de la edad del cliente con una cámara frontal, en máquinas de tabaco.
Muchas de estas máquinas tienen también sensores de movimiento para detectar maltratos, y todas están conectadas concretamente a la red 3G de NTT DoCoMo con su propio terminal móvil en su interior (es habitual ver las antenas de telefonía móvil que les ponen, porque se ven en algunas esquinas de la ventana de exposición en algunos modelos). La red de detección de sismos japonesa utiliza estas máquinas, conectadas a la red continuamente, para detectar si ha habido temblores en una zona determinada y enviar los avisos correspondientes, automáticamente, utilizando esos sensores de movimiento. Si sólo se mueven en un lugar, saben que algo o alguien las está moviendo. Si se mueven todas las de una prefectura casi en el mismo momento, saben que es un terremoto. Además de dar el aviso, las máquinas pueden ofrecer todas sus bebidas o comidas gratis si se configuran remotamente para ese efecto. En el gran terremoto del 11 de Marzo del 2011, muchas máquinas expendedoras de bebidas en Tohoku ofrecieron sus contenidos gratuitamente.
Esta historia la se porque me la contó un conocido que trabaja manteniendo estas máquinas, y al que le pregunté por esa antena que tenían en una esquina. Eso sí, la conexión a Internet es más que nada necesaria porque gracias a ella saben cuando tienen que ir a reponer una máquina, o a descargar su depósito de monedas y billetes, ya que al haber tantas en todo el país sólo es posible mantenerlas debidamente de esta manera. A través de esa conexión reportan temperatura exterior e interior, stock remanente, y situación de la caja (monedas que quedan de cada tipo etc) en cualquier momento. Me encantaría ver el centro de control en el que reciben toda esa información
Ahora, sobre todo dentro de estaciones, hay máquinas expendedoras que son todo pantalla táctil, enorme, y que dan información del tiempo, cambiando las bebidas que ofrecen automáticamente en función de si hace demasiado calor o demasiado frío. Generalmente, todas las máquinas expendedoras de Japón cambian el catálogo de bebidas que ofrecen en función de si es invierno o verano, manualmente. Puedes ver por la etiqueta roja que dice あったかい〜 (attakai, caliente) o つめたい en azul (tsumetai, frío), aunque ha veces hay variaciones de eso en función del fabricante, marca, lugar de Japón en el que estés o el slang utilizado. Con estas máquinas nuevas digitales, todo este cambio se hace mucho más rápido, puedes refrigerar o calendar esos cafés en lata que tanto me gustan desde ese centro de control.
Por cierto, que en todos los años que he pasado en Japón habré podido utilizar varios cientos de máquinas diferentes. Nunca, jamás, ninguna de esas máquinas, se ha quedado mi dinero sin darme la bebida. Ni siquiera una vez.
La próxima vez que utilices una de estas máquinas, seguro que las miras un poco diferente