Hay un restaurante en Tokyo, al que normalmente sólo se va una vez pero que merece la pena visitar por el espectáculo que ofrece; los camareros son Ninjas que te guían al entrar por una gruta oscura, con un puente levadizo que te permite cruzar por encima de pequeños riachuelos humeantes, y en cuyas pequeñas cuevas se puede degustar un poquito de algo que se supone es ‘alta cocina’. Me llamó la atención, que en la pared de la cueva que me tocó visitar con mis amigos, había una firma de Ferran Adrià hecha este mismo año. Qué casualidad encontrar la ‘huella’ de un famoso compatriota en las paredes de un restaurante ninja a miles de kilómetros de distancia. Debe ser la globalización
Se puede llegar al restaurante por la salida 8 de la estación Nagatacho, según se sale es la siguiente puerta hacia la izquierda.
¿Pero la pusiste tú la firma?
Porque el que haya hecho la bromita es un genio. ¡Qué nivelaco!
Yo no, supongo que la pondría el señor Adriá… digo yo… si lo ha hecho otro desde luego es un genio, como bien dices
Que fuerte! Estamos en todas partes. Y que siga así jejeje.
Saludos