Shiretoko (知床) – Parte 1

Hace un par de semanas, durante los días del Obón, volví a Hokkaido para visitar una zona de la que me habían hablado antes pero a la que lamentablemente no le había dado la atención que se merece: Shiretoko, un parque natural protegido que además es Patrimonio de la Humanidad, y que representa el espectáculo natural más intenso que he visto en Japón. Ríos de aguas cristalinas, montañas tras montañas sin ningún tipo de construcción humana a la vista, playas vacías con ríos que desembocan al mar directamente en cascadas de agua, cuevas en acantilados, ciervos, osos, lagos de aguas increíblemente cristalinas, las mariposas más grandes que he visto en mi vida… todo junto, en una pequeña península que le da contorno al territorio más oriental de Japón, en concreto la que se marca en este mapa;

Dicho así, puede parecer bonito, pero lo mejor, es que lo veáis en algunas de las más de 3000 fotos que hice por allí. Ninguna está preparada, simplemente, conduciendo por la única carretera que te lleva a un mirador y conecta los pocos pueblos que hay a los bordes del parque (para verlo entero, es necesario ir caminando, o en barco, bordeando toda la península) y parando en donde me apetecía para hacer fotos, encontré lugares como este.

Ver cómo el ciervo tanteaba el suelo del río para comprobar que no fuera muy profundo, fue toda una experiencia. Probablemente, ese ciervo haya cruzado ese río cientos de veces, pero se podría apreciar perfectamente que pasó miedo para llegar al otro lado; Estaba viviendo una pequeña aventura improvisada delante de mis ojos…

Supongo que lo estoy exagerando, pero a pesar de haber visto ciervos por la calle en Nara, ir conduciendo por la montaña ciendo ciervos por todas partes al lado de la carretera y pararme a estirar las piernas, ver un río tan bonito y limpio, y un ciervo cruzando, con mi cámara en la mano, fue toda una experiencia para mi. Justo a mi lado, se posaban mariposas como esta;

Aunque no tengo una escala de referencia en la foto, os puedo asegurar que este bicho era la mariposa más grande que he visto en mi vida, hasta el punto que se pueden escuchar los bandazos de las alas, cuando vuelan.

Después continué conduciendo hasta Shiretoko touge (知床峠) – el paso de Shiretoko, que es un mirador en lo más alto de la montaña, y lo más cerca que puede uno estar del parque natural yendo en coche. Desde ahí, se pueden ver Kunashiri, perteneciente a las islas Kuriles, actualmente disputadas por Rusia (que simplemente no se fue de ahí cuando se retiró del resto de Japón tras acabar la Segunda Guerra Mundial) y Japón, que las reclama como antiguo territorio de Japón que fue.

Curiosamente en el mapa metálico del mirador le ponen su nombre japonés y no dice absolutamente nada de Rusia…

Después del mirador, tocaba visitar cinco de los pequeños lagos que hay cerca de la costa;

Según vas caminando entre los lagos, en una zona medio pantanosa y muy húmeda, es normal ver por ahí ciervos refrescándose;

Las vistas según vas caminando, son impresionantes. Nunca había visto un lago que reflejara el resto del paisaje con esta nitidez.

Esta panoramica es del primer lago (versión en alta resolución aquí)

Para ir de un lago a otro, y al tratarse de una zona bastante complicada para caminar y llena de agua, existen unos pequeños pasos hechos de madera por los que uno puede caminar tranquilamente. Un consejo; Es recomendable no hacer como yo y mirar más por fuera del objetivo de la cámara que con ella

Los lagos, eran auténticos espejos…

Esto es todo por hoy – en próximos posts iré hablando de más lugares que he ido visitando por Shiretoko y alrededores, alojamiento, precios, cómo llegar hasta este lugar también en tren o en barco, y la experiencia de conducir por ahí (ya estoy totalmente acostumbrado a conducir ‘al revés’ y con un coche automático ) e intentaré ir procesando muchas de las fotos que hice.