El Mikoshi o Omikoshi (con más respeto) como le dicen aquí es una especie de pequeña capilla ambulante, parecido a nuestras Vírgenes en las procesiones, que los japoneses pasean por las calles en las fiestas locales como tradición religiosa sintoista. Hace unas semanas tuve la oportunidad de particiar en una de ellas en Minato-ku, y fue realmente toda una esperiencia. Aún me duele un poco la espalda, eso de cargar con algo tan pesado dando saltos y gritos en medio de cientos de japoneses es algo que no se olvida pronto. Pero me encantó la experiencia
Tuve la oportunidad de hacer fotos tan curiosas como estas…
Tocando el Taiko…
Como veis por las expresiones de sus caras no es algo tan sencillo de hacer como parece.
Esto me sorprendió especialmente, yo nunca hubiera llevado mi bebé a un sitio así pero bueno…
Buenas, me encanta tu pagina y es la primera vez que escribo. Te sigo asiduamente.
Es increible ver como un pueblo tan formal y moderno, celebrando sus tradiciones se convierte en tan pasionales y alegres, es otra de las cosas que fascinan de alli.
Un saludo, por cierto creo que en vez de «profesiones» te refieres a «procesiones».
Fue un placer muy grande conocerte. Si necesitas algo ya sabes donde estoy.
Saludos!
Hola Juan, realmente tienes mucha razón, corrigo el post ahora mismo – gracias por el aviso (menuda patada al diccionario… :? )
Nora, al revés, el placer ha sido mio, me gustó mucho conocerte en persona!
[…] señor con un Mikoshi en la cabeza corriendo la maratón de Tokio 2011. Se nota que es duro, por lo que pesan. […]